El marinero volviendo de faenar recogiendo sus redes, junto a dos turistas que lo miran y fotografían con las mascarillas puestas…. El marinero está volviendo a su casa, donde su esposa está cocinando el desayuno y su hijo está en su cuarto sin posibilidad de huir de la pantalla.
Juan, es marinero desde que tenía 12 años, para él los hábitos de su hijo son un misterio… En su tiempo, necesitaba un trabajo para recibir “la plata” para jugar, pero su hijo recibe todo en cuchara de plata. Triste es aquel que tiene todo lo que necesita, porque no sabe lo que es el valor. – piensa el padre, desayunando en silencio -. “Papá, no quiero ir a escuela. Quiero ser un influencer de Tiktok. Puedo ganar un montón, te juro.”
El padre agarra la mano de su hijo y le dice.. – Hijo, hace unos años en un vagón del metro por Dinamarca, me encontré a un señor atando con un hilo una castaña. – En el otro mano, está una castaña, vieja y arrugada, y la pone en la mano de su hijo. “Fíjate …que nada es real en este mundo.”